A pesar de haber sido la gran estrella del Festival de Viña del Mar, haber arrasado en su presentación a mediados del año pasado y de cobrar $165 mil por la entrada más cara en sus nuevas presentaciones en Santiago, Marc Anthony sigue siendo un artista tranquilo, acostumbrado a los pequeños placeres de la vida.

El artista del momento llegó a Santiago sin grandes exigencias para sus dos conciertos. Es más, podrían llamarse "anti-exigencias". Porque Marc ni siquiera usa un camarín durante sus presentaciones: parte con lo que necesita directamente desde el hotel hasta el lugar del concierto, según informó a Terra.cl la producción del evento.

Y ya se sabe que una vez termine su trabajo empacará sus cosas rumbo a su avión privado y dejará el país sin grandes aspavientos.

Anthony, que se presentará en el Movistar Arena esta noche y el 3 de marzo, no tiene agendadas más actividades que sus dos conciertos, donde recién sus fans podrán disfrutar de su presencia, ya que ni al balcón se asoma el astro.

Una de las razones que explica esta actitud del portorriqueño es que simplemente se siente más a gusto cantando que hablando, como ya ha declarado en varias ocasiones, y en el escenario se comunica fácilmente porque es su hábitat natural.

Luego de su presentación en Chile, Marc Anthony tiene agendada una presentación en Perú con uno de los precursores de la salsa a nivel mundial, Willie Colón.