El salsero puertorriqueño Marc Anthony confesó hoy sentirse "ansioso" y "excitado" en las horas previas a su actuación en el Festival de Viña del Mar, donde será el encargado de despedir la edición 50 del certamen.

"Me encontré ansioso, un poquito nervioso lo que para mí es una señal, a estas alturas, de la importancia y responsabilidad de presentarse en una arena como esta. Estoy loco por tocar esta noche", afirmó con buen humor durante una rueda de prensa a la que acudió con un elegante traje y camisa lila.

El artista llegó a Viña del Mar esta mañana en su avión privado y sin su esposa, la actriz Jennifer López, en medio de una gran expectación de los medios de farándula locales e internacionales.

Algunos "paparazzi" persiguieron la furgoneta en la que Anthony viajó del aeropuerto a su hotel en la ciudad jardín e incluso fue chocado por un perseguidor, afortunadamente sin consecuencias para nadie.

Aún así, el salsero se lo tomó con humor y aseguró: "se me hace difícil entenderlo, pero se me hace más claro que tengo que trabajar más duro para hacer las cosas bien esta noche, porque hay mucha expectación".

Marc Anthony explicó sus planes para este año, que llega repleto de compromisos, y contó que está "en plena grabación de dos discos, uno de baladas en español y el primero (que grabará) en inglés en cinco años".

El primero de ellos se titulará Ícono, en homenaje a los artistas hispanoamericanos de quienes tomará las canciones, entre los que se encuentran Juan Gabriel, José José o José Luis Perales.

"Es una forma de homenaje a nuestros cantautores, son mis canciones favoritas", añadió.

Del disco en inglés se resistió a dar más información, aunque adelantó que "no tiene nada que ver con salsa ni nada rítmico, es un disco de pop, baladas y canciones movidas".